lunes, 23 de abril de 2018

MANIFIESTO DÍA DEL LIBRO 2018. LLANOS CAMPOS HA VIVIDO MUCHAS VIDAS...


Hace mucho tiempo que no leemos un manifiesto, un pregón tan motivador y bonito como este de Llanos Campos Martínez. Es un juego literario que habla de libros. Nosotros hemos logrado adivinar 32 libros escondidos en este pregón. No sabemos si hemos acertado, no sabemos si hay más libros escondidos entre estas mágicas palabras. Lo que sí sabemos es que son 32 caminos sugeridos para VIVIR OTRAS VIDAS. 










MANIFIESTO PARA EL DÍA DEL LIBRO 2018

He vivido muchas vidas.

He corrido por las calles intentando evitar la muerte de Santiago Nasar, busqué la luz tras las rejas de la casa de Bernarda Alba, aullé de dolor con el abandonado Rey Lear, salté a la pata coja en la rayuela (capítulo adelante, capítulo atrás), me enamoré de un muchacho casi salvaje allá en Cumbres Borrascosas, pude conocer el centro de la tierra, el fondo del mar, el lugar donde viven los monstruos. Bajo las arenas del desierto embalsamé cadáveres mientras repetía el nombre de la bella Nefer (Nefer, Nefer), y sobre ellas domestiqué un zorro que me domesticó a mí.



Guardé los juegos de los niños entre el centeno, conseguí llevar el más pesado anillo hasta las entrañas del Monte del Destino, asistí horrorizada a los primeros pasos de un monstruo compuesto con trozos de cadáveres. He paseado por Nueva York con Federico, con Paul, he puesto mi orden en la boca del Golem y he mirado asombrada a través del Aleph. Tarareé una nana que olía a cebolla, y otras rimas que olían a whisky, a flores y a locura. He recibido pedradas por acompañar a un hidalgo manchego a desfacer entuertos, he pasado hambre de la buena con Don Pablos, he tomado té con muchachas orgullosas y con un sombrerero loco, tuve una criada disecada que se movía sobre una tabla de madera.



Esperar a Godot, destilar perfumes con un muchacho que no tiene olor, gritar con Edipo, escapar con Edmundo, perseguir al monstruo blanco con Ahab, recorrer Nueva Orleans con Ignatius, naufragar con Crusoe.



Todo eso hice, todo eso hago sentada frente al mar, junto al crepitar del fuego o traqueteada por el autobús. ¡Qué pena, la gente que solo vive una vida!

Entras en una librería, paseas por los pasillos de una biblioteca, y ahí está el tuyo, temblando en las estanterías, deseando saltar a tus manos como un regalo precioso. Basta abrirlo como una caja mágica, como una máquina del espacio y del tiempo; oler el papel, la tinta, pasar la mano por la superficie satinada de las ilustraciones. «Érase una vez», y todo empieza. «Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos…», y ya estás dentro.



¿Un día del libro?… ¡Un libro para cada uno de los días!

Llanos Campos Martínez

domingo, 22 de abril de 2018

Pablo Albo en la Biblioteca para celebrar el Día del Libro...




PABLO ALBO, el buscador de historias...

Es buscador dehistorias
Sabe que los cuentos no tienen edad,
pero que cada edad tiene sus cuentos
y los elije con cuidado

Y los junta por colores,
por emociones,
por temas
Y hace con ellos 
sesiones.
Una sesión de cuentos
no es un montón de historias.
Es un fluir
en el que se incorporan las palabras.
Todo lo tinta el humor,
pero si le levantas la orilla
ves que debajo hay peces.


Pues una de estas sesiones la tendremos en Urda...

















¿Quieres saber más de Pablo? Busca aquí me encanta Pablo Albo, ya verás como a ti también te encanta...

lunes, 2 de abril de 2018

Día Internacional del Libro Infantil 2018. Los libros hacen grande lo más pequeño...

El 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento de Hans Christian Andersen se celebra el  Día Internacional del Libro Infantil. Te dejamos el cartel y el mensaje de este año.



Las personas tienden al ritmo y a la regularidad, de la misma forma que la energía magnética organiza las virutas de metal en un experimento de física, de la misma forma que un copo de nieve crea cristales a partir de agua. Ya sea en un cuento de hadas o en un poema, a los niños les gusta la repetición, los refranes y los motivos universales porque pueden reconocerse una y otra vez; dan regularidad a un texto. El mundo adquiere un orden precioso. Aún recuerdo que de niña luchaba conmigo misma por defender la justicia y la simetría, la igualdad de derechos para la izquierda y la derecha: si tamborileaba con los dedos una melodía sobre la mesa, contaba cuántas veces debía golpear con cada dedo para que los demás no se sintieran ofendidos. Solía aplaudir dando una palmada con la mano derecha sobre la izquierda, pero pensé que eso no era justo y aprendí a hacerlo al contrario, con la izquierda sobre la derecha. Por supuesto, este afán instintivo de equilibrio resulta gracioso, pero lo que muestra es la necesidad de evitar que el mundo llegara a ser asimétrico. Tenía la sensación de ser la única responsable de todo su equilibrio.

La inclinación de los niños hacia los poemas y las historias surge, igualmente, de su necesidad de llevar regularidad al caos del mundo. Desde la indeterminación todo tiende hacia un orden. Las canciones infantiles, las canciones populares, los juegos, los cuentos de hadas, la poesía… son formas de existencia rítmicamente organizadas que ayudan a los más pequeños a estructurar su presencia en el gran caos. Crean la conciencia instintiva de que el orden en el mundo es posible y que todas las personas tienen en él un sitio único. Todo fluye hacia este objetivo: la organización rítmica del texto, las series de letras y el diseño de la página, la impresión del libro como un todo bien estructurado. La grandeza se revela en lo más pequeño y le damos forma en los libros infantiles, incluso cuando no estamos pensando en Dios o en los fractales. Un libro infantil es una fuerza milagrosa que promueve el enorme deseo de los pequeños y su capacidad de ser. Promueve su coraje para vivir.

En un libro, los pequeños siempre son grandes, de manera instantánea y no solo cuando llegan a adultos. Un libro es un misterio en el que se encuentra algo que no se buscaba o que no estaba al alcance de alguien. Lo que no pueden comprender lectores de una cierta edad permanece en su conciencia como una impronta y continúa actuando aun cuando no lo entiendan completamente. Un libro ilustrado puede funcionar como un cofre del tesoro de sabiduría y cultura incluso para los adultos, igual que los niños pueden leer un libro destinado a adultos y encontrar su propia historia, un indicio sobre sus vidas incipientes. El contexto cultural modela a las personas, estableciendo las bases para las impresiones que llegarán en el futuro, así como para las experiencias más difíciles a las que tendrán que sobrevivir sin dejar de ser íntegros.

Un libro infantil representa el respeto por la grandeza de lo más pequeño. Representa un mundo que se crea de nuevo una y otra vez, una seriedad lúdica y preciosa, sin la que todo, incluida la literatura infantil, es simplemente un trabajo muy pesado y vacío.

El texto está escrito por Inese Zandere
El cartel está ilustrado por Reinis Pētersons